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Soy Gonzalo Escoda, nací en Buenos Aires en 1962 y en 1987 me recibí de Arquitecto en la UBA.
Viajé por el mundo y conocí muchos países y ciudades. En 1992 fui a vivir a Dinamarca y luego residí 4 años en Hanói, Vietnam. Fue en el sudeste asiático donde comenzó mi interés por el turismo, guiando grupos de daneses por Vietnam, Laos, Camboya y Tailandia.
En 2002 regresé a Argentina, más precisamente al lugar donde resido hoy en día y al que considero uno de los más bellos del mundo: El Delta del Paraná.
Mi amor por “La Isla” o “El Tigre”, como comúnmente se conoce a este maravilloso delta, surge a partir de que mis padres compran una casa de fin de semana sobre el Río Sarmiento cuando yo tenía 7 años.
En este lugar pasé la mayor parte de los fines de semana de mi niñez, adolescencia y juventud y gran parte de las vacaciones de verano e invierno. Aquí comenzó mi “formación” de isleño, aprendiendo a remar, navegar y por sobre todo a admirar la naturaleza que durante milenios ha formado este increíble humedal, a solo 30 km de Buenos Aires, y aún hoy continúa haciéndolo.
Es probable que seas uno de los pocos que alguna vez lo han visitado, yo te propongo hacerlo más a fondo que lo que el visitante tipo conoce y que lo hagas de la mano de un baqueano.
Saludos y hasta pronto
gon
Hola Gonzalo,
ResponderEliminarHace año y medio nos llevaste a los Bajos del Temor tras 40 años de ausencia. Me dio mucha alegría poder mostrarles a mis dos hijos, el paisaje que acobijó mi infancia. Pasamos a ver mi escuela primaria Nro.11 Bernardino Rivadavia en el Miní y bajamos en la quita en la que vivía en el Chana, El Hogar particular. Fue una experiencia surrealista, como si todo hubiese sido reducido por un jíbaro, había una atmósfera como en Other Rooms, Other Voices de Truman Capote. Un gran aliciente fue ver que el Oleofraga todavía estaba en el jardín, hecho un árbol y esperándome con sus florecillas arómaticas en pleno invierno (dicen que la trajo un portugués a Sudamérica de la China milenaria). Gracias por acercarnos al paraje de una despreocupada niñez. Un saludo desde Holanda y hasta más ver...